Septiembre

En los últimos días de agosto, en la residencia de campo que Lane posee en Vermont, se encuentran un variopinto grupo de personas; la propia Lane como anfitriona, Stephanie (Dianne Wiest) que ha venido a pasar el mes de agosto con Lane, Peter (Sam Waterstone, uno de los mejores actores que jamás haya visto, y con cierta semejanza física y de método con el gran Robert De Niro), Howard (Denholm Elliot), Diane Fraser (Elaine Stricht interpretando a la madre de Lane) y su actual pareja Lloyd (Jack warden)...

Peter es un publicista con ínfulas de escritor de novelas, y de hecho hace 7 u 8 meses que se encuentra hospedado como inquilino en la casa de invitados de Lane, en busca de un rato de sosiego e inspiración en la construcción de su proyecto de novela; "El profesor de historia", un relato sobre la supervivencia basado en la figura de su padre... Aunque desde la llegada de la madre de Lane hace unos días, la antaño starlet de las pasarelas y más tarde del cine, Diane Fraser, su cabeza se ve impelida hacia nuevos proyectos referentes a una biografía de la vetusta estrella...

Howard es un profesor cincuentón de francés, vecino de Lane en Vermont, a quien ayudó mucho a Lane en su última crisis emocional, hará uno 8 meses y con motivo de la ingestión masiva de unas pastillas motivadas por su enésimo desengaño amoroso... Ahora Howard anda perdidamente enamorado de Lane y desesperado por la inminente marcha de ésta a NY...

Stephanie es la mejor amiga de Lane y ha acudido por primera vez sola a visitar a su amiga, en busca de un consuelo a su vacía existencia ... Casada y madre de dos niños pasa el tiempo en largas sobremesas de charlas con Howard, Lane y un "peligroso" Peter...

Diane Fraser es la madre de Lane, y ha venido hace unas semanas de camino a Palm Beach...Ególatra, impulsiva y tremendamente irreflexiva su tiempo lo ocupa en llenar aún más su autoestima a costa de su compañía de turno...Fue un todo un espíritu libre en su juventud, hasta que por fin pareció encontrar la estabilidad al lado de Richard, el padre de Lane, a quien abandonó por Nick, un mafioso que la maltrataba constantemente (morboso homenaje de Allen a aquel truculento y archifamoso espisodio ocurrido en la noche del 4 de abril de 1958 en L.A(USA) que supuso el terrible episodio entre Lana Turner, el amante de ésta, el gangster Johnny Stompanato y la hija de Turner)...

A la cita ha acudido con su actual pareja, Lloyd, un físico dedicado a la astronomía y al estudio del mundo como algo neutral y pasajero, y donde no hay principio de causalidad, es decir que las cosas pasan porque sí...

Y Lane, la hija con un terrible trauma de infancia (haber sido obligada a declararse culpable del asesinato del amante gangster de su madre con el objeto de evitar la cárcel a su progenitora), y quien ahora anda enamorada de Peter...Un Peter que prefiere a Stephanie...

E S P E C T A C U L A R E N R E D O.

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Las reacciones sucesivas de los personajes revelan las frustraciones de los mismos, su mediocridad y limitaciones. Con la ayuda de una gestualidad que nunca pierde la compostura, una soberbia puesta en escena y el acompañamiento de una adecuada y brillante banda sonora, se crea una atmósfera de desolación, tristeza y frustración que poco a poco hiela el ambiente de la casa y atormenta el espíritu de los personajes.

La obra refleja influencias del teatro de Chejov, en especial por lo que respecta a sus propuestas sobre la infelicidad y la tristeza inevitables en la vida humana. Refleja influencias de Bergman por lo que respecta a la descripción de la incomunicación y la apelación a la resignación luterana. Conserva las características propias del cine de W. Allen por lo que respecta a la pulsación de los conflictos sentimentales e ideológicos y al enfrentamiento de dualidades contrapuestas, que en este caso se dan relacionadas en forma de cadena que afecta a todos por pares (madre e hija, hija y amiga, etc.). Por lo demás, no faltan las referencias habituales al psicoanálisis, la música de jazz y sus autores e intérpretes, al buen cine (Kurosawa), a la música culta (Prokofiev), etc. Como corresponde a los gustos del realizador, no faltan ni la lluvia, ni el protagonismo de las mujeres, ni los personajes cultos y refinados. Destacan la magnífica austeridad con la que trabaja el realizador, la sencillez de los recursos que maneja y su admirable economía de medios. Se añaden unas interpretaciones convincentes, en especial la de Mia Farrow, que demuestra ser una actriz de talento.

La banda sonora reúne una selección de de temas nuevos y viejos o repetidos en la filmografía del realizador. Entre los temas ya conocidos cabe mencionar “What’ll I Do”, de Irving Berlin; “My Ideal”, de Art Tatum y Ben Webster; “Out of Nowhere” y, sobre todo, “Night and Day”, de Cole Porter. Durante una interrupción del suministro eléctrico, oportunamente pone la música el piano de la casa. La fotografía, de Carlo Di Palma (“Días de radio”, “Alice”), en color y panavisión, hace uso de un cromatismo de luces doradas y anaranjadas, que trasmiten sentimientos de relajación y calidez. A ellos contrapone los sentimientos deprimentes y desoladores que crea la acción dramática. Abundan las tomas desde cierta distancia y los movimientos suaves de cámara, destinados a reducir el número de insertos de primeros planos que fragmentan e interrumpen el discurso visual. La obra es magnífica.