Orgullosos y malditos

Bastante mediocre western, de tercera categoría se podría catalogar, pero que no obstante, tiene algunas virtudes.
No, en la parte técnica más bien no, al ser todo de baratillo, pero sí que posee un hálito de honor en sus personajes que hacen se les tenga simpatía. Tienen sus defectos, pero también saben actuar al lado del bien, o mejor, contra el Mal, cuando se les necesita.
La acción, el argumento, es muy sencillo y se sigue fácilmente, con lo que la narración, al menos, es comprensible. Y así todo, bastante rudimentario, tanto en las escenas de acción, como en sus diálogos.
Pero no aburre y se pasa el ratillo, aunque evidentemente se olvida de la misma.
Curioso personaje el de Chuck Connors, que al igual que el resto de gringos, no es un héroe precisamente, pero sí un hombre con las ideas claras respecto al honor, la lealtad y la amistad.

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Cinco confederados llegan huyendo a México donde se encuentran, como no, una de tantas revoluciones.
De una parte un generalito tocado de un sombrero de dos picos que dirige una punta de soldados con una curiosa bufanda roja. De otra un capitancito que parece mandar un grupo más presentable de ciudadanos.
En medio Will Hansen (Connors) y sus "Malditos orgullosos" amigos que no saben para donde tirar.
Un par de romances penosos dan un toque sentimental a la cosa.
Inexistente guion, romo fraseado, realización lenta y aburrida, personajes planos y sin matices.
Un pésimo color y un mal doblaje terminan de rematar el engendro.
Salvamos solo algunas piezas musicales decentes y el zapateado que se marcan los gitanos. Poca cosa.
Mala sin contemplaciones.