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El estrangulador de Rillington Place (Miniserie de TV)

Serie de TV. Thriller. Drama Miniserie de TV (2016). 3 episodios. Tim Roth protagoniza este siniestro thriller que explora los crímenes reales de John Christie, el estrangulador de Rillington Place, y los trágicos errores judiciales que provocaron durante los años 40 y 50. Christie mantenía una fachada de respetable casero inglés que, en secreto, asesinaba a las mujeres de sus jóvenes huéspedes. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
16 de octubre de 2018
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Grandes posibilidades que se fueron diluyendo a medida que los minutos avanzaban. Una lástima que se construyese la serie alargada hasta las casi tres horas, cuando todo hubiera podido narrarse en un tercio menos.

Falla el ritmo excesivamente lento, parsimonioso, que nos aleja por momentos de lo que allí se está narrando.
Una historia sórdida pero sin calado, maravillosamente ambientada, que te sumerge en ese Londres de los años cuarenta, hasta mitad del pasado siglo.

Tim Roth, absolutamente creíble, Samantha Morton comedida en su excelencia. Las series británicas siempre poseen esa pátina de calidad con la que acaban rodeando sus productos.
LEUGIM
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28 de marzo de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al menos son solo tres capítulos. El primero el más interesante y a partir de ahí decayendo. El escenario es el protagonista que saca más provecho y aún así. De los intérpretes Samantha Morton es la única creíble. Los demás están flojos, o bien por defecto (Tim Roth no era el actor para este papel por mucho que interiorice), o bien por exceso: nadie se puede creer las reacciones de Nico Miragrello ante los hechos que tiene que defender su personaje.
Otra cosa que molesta es que al inicio de cada capítulo te cuentan como va a terminar dicho capítulo.
mrvazba2k
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18 de mayo de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si alguien ha visto «10 Rillington Place» (El estrangulador de Rillington Place), la excelente película que Richard Fleischer rodó en 1971, comprenderá que todos los generosos comentarios profesionales que leemos en esta página sobre la miniserie de Craig Viveros parece que la ignoran, ya que aquí no encontramos más que una imitación apagada y desvaída de lo que allí constituía una luminosa originalidad, a pesar —o quizá como consecuencia— de su implacable y demoledora negrura. «Minicopia» innecesaria y chica de una obra única, grande e irreemplazable.
Molitor
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8 de abril de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Miniserie de tan sólo tres capítulos donde Tim Roth realiza una gran interpretación de psicópata hipocondríaco John Christie, un asesino en serie que estrangulaba a sus víctimas, incluida su propia esposa, y al parecer a una madre y a su bebé, vecinas suyas, acusando al marido que fue ahorcado por dicho crimen.

Desconocía la historia de este psicópata, por lo que me he informado de la misma y sucintamente, para quien le interese, es la siguiente:

"John Reginald Halliday Christie (8 de abril de 1899 - 15 de julio de 1953), nació en Halifax, West Yorkshire, y fue un asesino en serie, de origen inglés, activo en las décadas de 1940 y 1950.

Esta persona asesinó a por lo menos seis mujeres, incluyendo a su esposa Ethel por estrangulamiento, en su apartamento en el 10 de Rillington Place, Notting Hill, en Londres.

Los crímenes los cometió entre 1943 y 1953, por lo general por estrangulamiento de sus víctimas, después de haberlas dejado inconscientes con gas doméstico, y habiendo violado a algunas de ellas mientras los cuerpos estaban en esa condición.

Controversia sustancial rodea la responsabilidad de la muerte de Beryl Evans y su hija Geraldine, quienes, junto con el marido de Beryl, de nombre Timoteo, fueron los inquilinos del 10 de Rillington Place entre 1948 y 1949.

Timothy Evans fue acusado de esos dos asesinatos, fue declarado culpable del asesinato de su hija, y ahorcado en 1950. Entonces Christie fue un testigo clave de la fiscalía, pero cuando sus propios crímenes fueron descubiertos tres años más tarde, se plantearon serias dudas sobre la integridad de la culpabilidad de Evans. Posteriormente Christie también alegó haber matado a Beryl Evans, aunque nunca mencionó haber matado a Geraldine.

En una investigación oficial realizada en 1965-1966, el Juez (Sir Daniel) Brabin concluyó que lo "más probable" era que Evans hubiese matado a su mujer, pero no a su hija Geraldine. Estos hechos, que cuestionaban los sucesivos procesos jurídicos, impulsaron al Ministro del Interior a conceder perdón a Evans, a título póstumo, por el asesinato de su hija (octubre de 1966).

Estos errores judiciales contribuyeron a la abolición de la pena capital por asesinato en el Reino Unido, en el año 1965."

Lenta y oscura, deprimente en un Londres deprimente en principio por la II Guerra Mundial y posteriormente por la postguerra, destacar la recreación del psicópata realizada por Tim Roth, excepcional, y el papel de Samantha Morton como su esposa, subyugada y anulada por el psicópata, que acabó también con su vida.

Interesante, 6.
andeltor
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30 de marzo de 2018
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No ayuda a interesarse por la serie conocer el desenlace desde el principio... ¿Qué necesidad habla de mostrar esos planos al comienzo del primer capítulo? Seguramente en Inglaterra la historia será de dominio público, pero para quien la desconozca, como es mi caso, este planteamiento resulta completamente desacertado.

Y luego... el guion es plúmbeo. Insoportablemente tedioso. ¿Cómo se puede aburrir tanto al espectador en solo tres capítulos? La ambientación es pobrísima y se pasa de deprimente. Una y otra vez las mismas calles mal iluminadas del más sórdido Londres de posguerra. Es posible que sea muy fiel a los hechos (no tengo ni idea), pero, francamente, eso me trae sin cuidado. El trabajo de los actores es anodino, y los personajes, empezando por el interpretado por Tim Roth, carecen por completo de profundidad psicológica y solo logran despertar irritación. Bueno, la caracterización de Roth también da en ocasiones un poco de vergüenza ajena.

Por suerte, se acaba pronto.¡Qué alivio! Aquí llegamos al principal valor de la serie: su brevedad. ¿Y lo aliviado que se queda uno cuando se termina?
Samizdat
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