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El abuelo

Drama Don Rodrigo de Arista y Potestad, conde de Albrit (Modesto Rivas), un anciano aristócrata que ha permanecido varios años en Perú tratando de recuperar unas minas de oro pertenecientes a sus antepasados... En 1998, José Luis Garci realizó una nueva adaptación contando con Fernando Fernán-Gómez en el papel principal. (FILMAFFINITY)
Críticas 2
Críticas ordenadas por utilidad
4 de mayo de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera adaptación de la obra de Benito Pérez Galdós. La versión más famosa es de 1998 con Fernando Fernán Gómez como el eterno abuelo del cine español.

No está nada mal, sí que es considerada como la más fiel a la novela, ya que en la época del cine mudo, era "más fácil" adaptar una novela, porque los cortes eran más bruscos y permitidos; y también los diálogos inexistentes hacían que los interludios pudieran ser más fieles a la novela y narra incluso sentimientos que con una imagen es más difícil de transmitir (que no imposible).

Y digo no está mal, porque la historia ya de por sí es muy buena, con lo que era muy difícil "cagarla" (que no imposible), y valoro pues la puesta en escene en general.

Hay un sólo travelling, que es una escena que no dice nada, porque simula el trayecto en coche de un personaje, y se mete en una cueva abierta por la impresión que da meterse dentro de una roca que parece que se va a caer. Creo que juega más a esa sensación que a otra cosa. El resto los planos son muy "planos".

No está a la altura del cine del resto del mundo, pero es agradable de ver una película española de esta época, que recordemos, que aproximadamente un 90% de las películas de esa época se perdieron para siempre.
edugrn
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13 de marzo de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
82/17(13/03/21) Film recomendable a los que gusten de indagar en las raíces del cine español, uno de esos pocos films que se conserva n de esta época del cine silente es esta primera adaptación de la novela homónima del año 1897 del canario Benito Pérez Galdós, llevada posteriormente en tres ocasiones más al cine, en este caso dirigida y guionizada por José Buchs y con Modesto Rivas de carismático protagonista barbudo. Historia filmada de modo muy plano, con tomas estáticas y planos generales, donde por sacar algo positivo destacan la cinematografía de Armando Pou para rodar lugares bucólicos en Cantabria, como San Vicente de la Barquera, Suances, Santillana del mar, Torrelavega y Comillas. El resto es una escenificación lisa del libro, donde hay multitud de intertítulos y largos sacados de extractos de la novela galdosiana, con un metraje demasiado excesivo, donde el ritmo resulta aletargado, con escenas que se alargan hasta el tedio, reiterando en ello lo que se quiere expresar, donde por supuesto en su fidelidad están los temas del honor, la arrogancia, la duda, el clasismo, o la decadencia de la aristocracia, el rencor, la redención, y sobre todo el amor puro. Pero todo esto abordado de modo superficial, con situaciones un tanto confusas o cojas (no llegamos a saber porque a la nuera del Abuelo le tienen tanta devoción en el pueblo; o porque debemos tener simpatía por el Abuelo en la ‘Pardina’ cuando es alojado por unos dueños que el invitado maltrata; o como urden un plan ‘maquiavélico’ para recluir al Abuelo en el monasterio, y este luego tarda en salir segundos tras blandir su callao). Entre las actuaciones Modesto Rivas cumple en una interpretación marcadamente teatral (propia del tiempo), resto van de lo guiñolesco a lo ridículo, como son las nietas, que quieren a aparentar ser unas adolescentes cuando su rostro deja ver que doblan en edad (por lo menos) a quienes encarnan.

Don Rodrigo de Arista y Potestad, Conde de Albrit es un conde español con un nombre largo y una larga lista de deshonras. Vivió en Perú tratando de recuperar una mina de oro que perteneció a sus antepasados. Sin embargo, esto fue en vano; arruinado, regresa a España. Allí sabrá que su hijo está muy enfermo por el sufrimiento que le inflige su esposa norteamericana, una mujer desvergonzada que lleva una vida frívola, costumbre habitual entre los frauleins de tan salvaje tierra. Cuando muere el hijo del Conde de Albrit, el anciano lee en una carta escrita por su hijo que una de sus queridas nietas no pertenece al linaje de Albrit. Dado que ese infante es el resultado de la vida disipada de su hija enamorada, a partir de ese momento, Conde de Albrit solo tendrá un objetivo. Eso es para descubrir cuáles de sus nietas son verdaderas descendientes de Albrit y cuáles no.

La obra ha sido llevada cuatro veces al cine. La primera, en 1925, con la película de cine mudo “El abuelo”, dirigida por José Buchs. Luego, en 1954, por el filme argentino dramático “El abuelo”, dirigido por Román Viñoly Barreto y escrito por Emilio Villalba Welsh. En 1972 se estrenó con el título de “La duda”, dirigida por Rafael Gil y protagonizada por Fernando Rey. Por último, en 1998, año en que fue candidata a los Oscar, El abuelo, película interpretada por Fernando Fernán Gómez en el papel del anciano protagonista y con la dirección de José Luis Garci.

Me queda una película que tiene el interés antropológico, pero como obra dramática de cine resulta pasable. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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