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Las cosas que pierdes

Thriller. Acción. Drama Un joven muchacho de un pequeño pueblo de Dakota del Norte entabla amistad con un fugitivo potencialmente peligroso. (FILMAFFINITY)
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Críticas 6
Críticas ordenadas por utilidad
1 de abril de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia es irregular, no es un thriller perfecto ni maravillosos ni lleno de acción, pero se arregla con unas buenas interpretaciones en un entorno a veces demasiado negro e intenso (me ha gustado el niño) dentro de una historia soterrada de abusos en el ámbito familiar y escolar.
Está claro que la búsqueda de un futuro mejor afecta a las decisiones que se toman y cuándo se hacen.
Me ha gustado con todas sus imperfecciones.
manxo
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11 de octubre de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘The Parts You Lose’ es la primera película, fuera de la televisión, del escritor, productor y director norteamericano Christopher Cantwell. Por su argumento, invita a pensar que nos encontramos ante un thriller de estructura clásica. Sin embargo, se configura más como un drama existencial, con la incertidumbre hundiendo sus garras en las espaldas de los protagonistas.

Wesley (Danny Murphy) es un niño sordo que vive en un pequeño pueblo de Dakota del Norte. Un día encuentra tirado sobre la nieve a un hombre malherido (Aaron Paul), y decide llevarlo a una granja cerca de su casa. El sujeto es un peligroso delincuente que está siendo buscado por las autoridades. Lo oculta, proporcionándole sustento y compañía. ‘The Parts You Lose’ juega con la relación que van a entablar a lo largo de varios días.

El inhóspito pueblo en que tiene lugar la acción, con nubes perennes que no dejan ver el sol, la desvencijada granja en que joven y adulto van a conversar y varios planos cenitales que alumbran un desangelado desierto helado, un gigantesco permafrost, son las armas con las que Cantwell habilita el entorno. Forja así una película triste, que se agarra con fuerza a la melancolía.

La vida de este joven no es fácil. ‘The Parts You Lose’ la muestra a partir de la insinuación, pisando terrenos ambigüos. Sus compañeros de clase se burlan de él, le pegan de vez en cuando mocos en el pelo. ¿Se puede considerar bullying?. Su padre no acepta la discapacidad de su hijo. La afronta a partir de cierta amargura que deja paso al grito y en ocasiones al mamporro. ¿Es maltrato?

El rostro de Wesley lleva inscrito la ingrata sensación del desapego. Por ello, la empatía que entabla con un desconocido, al que él mismo ha rescatado del frío, supone una denuncia en toda regla. Y deja paso a preguntas muy incómodas, de respuestas nada triviales.

Redención y traición se abordan con igual sutileza, dando forma a una obra desasosegante, grande en pequeños detalles, que suscita la reflexión.
Juan Pablo
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16 de abril de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aporta claves significativas; es sencilla, honesta y sincera. Por razones personales la interpretación del niño desató recuerdos en mi. Y los recuerdos generalmente van teñidos de nostalgia, pérdidas o dolor.

Tal vez lo que más apreciable fue su final silencioso, donde solo necesitas contemplar las últimas escenas para que todas las piezas encajen. No es que su trama sea enrevesada, se manifiesta consecuente con la narrativa.

La subtrama que emplean para mostrar los sentimientos que el forajido despierta en el crío, están muy bien adaptadas al contexto que se vive en familia.
LEUGIM
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29 de marzo de 2020
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Un drama crepuscular sin imaginación

En El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973), la presencia de un maqui oculto en una casa abandonada hacía desbordar la imaginación de una niña tras visionar una película en el cine del pueblo. En Vidas en pedazos (The parts you lose), nos muestran el encuentro entre un niño y otro fugitivo oculto, pero la imaginación aquí está del todo ausente.

Vidas en pedazos (The parts you lose) es un drama intimista con elementos de thriller crepuscular. Ambientado en el invierno gélido de Dakota del Sur, la película es melancólica y triste, pesimista. Nos habla sobre la crueldad humana y sobre la dificultad para encajar cuando te sientes diferente. Pero el director, Christopher Cantwell, no tiene el poder de fabulación necesario para hacer crecer su historia por encima de la anécdota.

*La figura paterna

Los protagonistas de Vidas en pedazos (The parts you lose) son un delincuente y un niño. El hombre, interpretado por Aaron Paul (Breaking Bad, Need for Speed), anhela recuperar el cariño de su hija, pero sus decisiones le han llevado a convertirse en un criminal perseguido. El niño es sordo, sufre incomprensión y maltrato por parte de su padre y sufre bullying de sus compañeros de escuela. Tan solo tiene como aliada a su sobreprotectora madre, la única que parece tenerle en cuenta. Cuando el camino de ambos se cruza, una relación de amistad con claro trasfondo paternofilial, les unirá al margen de lo que piensen de ellos el resto del mundo.

Hay un material tremendamente drámatico en la historia que suele mostrarse fuera de campo. Eso es bueno y malo. Evita caer en el sensacionalismo barato, pero por otro lado, la trama carece de entidad suficiente para captar nuestro interés. No es suficiente ver jugar a las damas a sus protagonistas para emocionarnos. Ni siquiera su previsible desenlace nos remueve como debería.

*Buenos actores, personajes unidimensionales

Vidas en pedazos (The parts you lose) es una película pequeña y sencilla, se la podría considerar con un punto hasta naïf. La relación entre los dos personajes principales se nos muestra con detalle y sensibilidad, pero ni la trama criminal, ni la familiar, ni tampoco la escolar tienen fuerza suficiente para despertarnos del letargo que producen unas imágenes rodadas con un ritmo lento y apesadumbrado.

Creo que se explota de manera insuficiente a los personajes de los padres. Vemos la dificultad que tiene el padre para lidiar con la minusvalía física de su hijo. Por contra, su madre trata de hacerle la vida más fácil dejándose ganar a las damas, pero sin mediar en el acoso que sufre el niño en el colegio. Poco más sabemos de ellos. La suerte es que estén interpretados por Scoot McNairy (Monsters, Una historia de venganza) y Mary Elizabeth Winstead (Calle Cloverfield 10, La Cosa), es un plus para la película, pero no se les saca partido.

Vidas en pedazos (The parts you lose) es un film correcto que olvidaremos fácilmente. Un drama triste sobre personajes quebrados que no va más allá en su exposición de una relación de amistad imposible que deberá hacer madurar al chaval interpretado de manera convincente por el debutante Danny Murphy.

*Conclusión

Vidas en pedazos (The parts you lose) es un film de corte independiente dirigido por Christopher Cantwell. Nos plantea un drama familiar, intimista y triste, sobre las dificultades de un niño sordo para enfrentarse a un mundo cruel.

Está rodada con pausa y contemplación. La trama de thriller criminal queda en un segundo plano para ocuparse de la relación del niño con el fugitivo, en el que encontrará una figura paterna. Pese a contar con un reparto excelente donde aparecen Aaron Paul, Mary Elizabeth Winstead y Scoot McNairy, la película es bastante discreta y pasará por nuestra memoria cinéfila sin pena ni gloria.

Escrito por Daniel Farriol
Cinemagavia
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4 de abril de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pequeño film, con un guión que no es novedoso pero que quizás en esa simplicidad se basa que sea entretenido, planteando como un niño sordo se hace amigo de un fugitivo de la ley que esconde en su granero. Veremos como el niño es discriminado por su condición en la escuela y en su casa su padre no acepta como es demostrándoselo constantemente, solo su madre parece entenderlo pero no hace nada para que cambie el doloroso mundo en que vive. El niño se aferra a ese desconocido, quien con poco, logra llegar a su corazón darle una esperanza, casi sin quererlo, de un mundo mejor. Correcto Aaron Paul y muy buena interpretación del niño el cual es el centro del guión logrando transmitir, sin hablar, ese sentimiento de opresión constante en que vive.
gustavof42
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