Click here to copy URL
SunshineReactor rating:
3
Comedy. Drama. War November, 1951. The 4077th Mobile Army Surgical Hospital is shaken up by the arrival of Captains Hawkeye Pierce and Duke Forrest...crack surgeons but lousy soldiers. Joined by renowned chest-cutter Trapper John McIntyre, the surgeons set about dealing with the daily carnage of the war by raising hell. From getting rid of the idiotic Major Burns, to helping the camp dentist commit "suicide", there's no lengths the Swampmen won't go to ... [+]
Language of the review:
  • es
June 19, 2013
33 of 46 users found this review helpful
De pequeño la ví. Fue uno de esos errores que se comenten a los diez años cuando no se sabe lo que se hace. Es posible que esperase una película de guerra sin más, con tiros y heridos, con honor y compañerismo, con salvajadas y cacicadas. Por eso no la entendí, ni la serie tampoco.

Pasados veinticinco años ya puedo decir que la entiendo y me repugna. Una cosa es ver a Donald Sutherland haciendo el cafre con un Sherman pero manteniendo un poco la cordura por obra y gracia de Clint Eastwood, pero MASH es una babosada que califican de sátira y que no me hace ni chispa de gracia. He visto a muchos tíos cafres, idiotas, palurdos y necios, pero pocos del nivel de los personajes de MASH. Tan transgresora es, que de machista sobrepasa a cualquier película rodada treinta años antes como "Caravana de Mujeres". Hubiese sido divertido que en algún momento de la película los coreanos hiciesen algo de provecho, como dejar caer un bombardeo de bolsas con cacas de vaca encima del campamento donde estos supuestos cirujanos se encargan de hacer el estúpido con un bisturí en una mano y sus genitales en la otra. Es como si José Mota decidiese hacer un largometraje sobre la Guerra Civil y todos le riesen la gracia. Dura tanto y me resultan todos tan odiosos que echo de menos algún atisbo de justicia divina que les provoque una epidemia de gonorrea necrosante que cause una amputación genital generalizada que los devuelva a su casa, para que puedan cuidar de ellos sus familias y se pueda conseguir cierta reintegración social. Como no ocurre en ningún momento, los odio. Odio MASH, odio a Altman y odio las películas grasientas, pseudoguarrillas y de adultos en pleno fervor adolescente. Agh, muerte.
SunshineReactor
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow