En la serie Masters of Horror se ha visto de todo. Las historias han oscilado entre lo aburrido y lo pésimo, aunque uno de los puntos en común que han tenido estas historias es incluir uno de los tópicos más manidos (y no nos engañemos, efectivos) del cine de terror: el destete gratuito.

El cuento de Haeckel no es una excepción, pero supone una nueva vuelta de tuerca del tema. Si en "Scream" se decía que quien practica el sexo en una peli de terror muere indefectiblemente, aquí la muerte no deja de ser un paso previo para el goce sexual. Así el sexo deviene en un placer tan universal que lo puedes disfrutar hasta post-mortem.

Presentado como un cuento gótico, el film discurre por senderos difusos. Desde el mito de Frankenstein, hasta el mainstream zombi, pasando por magos nigromantes y cierto debate filosófico sobre los límites de la ciencia y su incompatibilidad con Diós.

A pesar de su irregularidad, el conjunto presenta cierto interés; realmente se consigue crear un clima de intriga y tensión que hace desear ver hasta donde nos conduce la historia. Lástima que al final se opte por lo fácil, y todo el castillo de naipes argumental se derrumbe en medio de una orgía de zombis cachondos, maridos salidos y cornudos y ninfómanas necrófilas.

Aunque el guión no es original, ya que está basado en una historia de Clive Barker, hubiera estado mejor una cierta contención formal y no caer en la erótica de trazo grueso ya que esto acaba con la seriedad de la propuesta y le confiere, un cierto aire de film de serie Z de Jess Franco.

Lo mejor: Que (casi) consigue asustar
Lo peor: Que lo que consigue es que no te la tomes en serio