Lo que aquí tenemos es el paradigma de los films de acción interpretados por Arnie a lo largo de su carrera: frases ingeniosas a tutiplén (como ese mítico "te mentí") y acción salvaje que deja a Rambo en pañales.

Un film claramente ochentero, cachondamente salvaje y necesario para entender la evolución de la carrera del austríaco y del cine de acción moderno.

Eso sí: Mark L. Lester no es James Cameron. Hay que dejarlo bien claro.

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Lo mejor: las frases lapidarias del protagonista.
Lo peor: la cantidad de fallos de raccord del film.