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javinry rating:
9
7.2
10,034
Drama
Raymond Lohan wearily follows his normal routine: an ordinary man doing the job of a prison officer in the Maze Prison in Northern Ireland, 1981. Working within one of the infamous H-Blocks, where republican prisoners are on the Blanket and No-Wash protest, is a living hell for both prisoner and prison officer. A young, new prisoner Davey Gillen is brought into this environment for the first time. Although terrified, Davey resolutely ... [+]
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- es
August 26, 2019
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Nos encontramos ante una de las obras más importantes de las últimas dos décadas, una de las operas primas más inspiradas de la historia y además de las más ferozmente provocativas. Es una película muy cabrona, brillante, austera, concisa y sobretodo visceral.
Steve McQueen vacía sus entrañas y compone un retrato de la brutalidad y de los extremos del ser humano. Tanto de un lado como del otro, este brillante director no toma partido, no se posiciona, juega con tu moral y la expone.
Todo fluye con una cadencia adecuada, mostrando una catarata de imágenes hipnóticas que golpean la conciencia, como metáfora de Irlanda, de dos ideologías y sus dos extremos chocando...
Todo ello no es más que la preparación para una escena única e irrepetible. La conversación que tiene Bobby con el sacerdote que le visita. Una escena de 17 minutos, sin precedentes en el cine moderno y que quita el aliento, un plano fijo sin cortes donde fluye la metáfora y explota en correspondencias, donde los dilemas morales vuelan libres y hay que atraparlos al vuelo. Es una escena maravillosa y trascendente, muy real, muy cabrona, maestra, brillante... Me atrevería a decir que sirvió de inspiración para otra escena brillante y brutal de Paul Thomas Anderson en The Master pocos años después (la ya canónica conversación entre Hoffman y Phoenix).
Brutal Michael Fassbender, Liam Cunningham y Steve McQueen. Larga vida a aquellos artistas que siguen haciendo cine de autor desafiante para despertar conciencias, reflexionar, y olvidando el dinero que podrían conseguir con dicho trabajo.
Bravo por esta joya del cine contemporáneo.
Steve McQueen vacía sus entrañas y compone un retrato de la brutalidad y de los extremos del ser humano. Tanto de un lado como del otro, este brillante director no toma partido, no se posiciona, juega con tu moral y la expone.
Todo fluye con una cadencia adecuada, mostrando una catarata de imágenes hipnóticas que golpean la conciencia, como metáfora de Irlanda, de dos ideologías y sus dos extremos chocando...
Todo ello no es más que la preparación para una escena única e irrepetible. La conversación que tiene Bobby con el sacerdote que le visita. Una escena de 17 minutos, sin precedentes en el cine moderno y que quita el aliento, un plano fijo sin cortes donde fluye la metáfora y explota en correspondencias, donde los dilemas morales vuelan libres y hay que atraparlos al vuelo. Es una escena maravillosa y trascendente, muy real, muy cabrona, maestra, brillante... Me atrevería a decir que sirvió de inspiración para otra escena brillante y brutal de Paul Thomas Anderson en The Master pocos años después (la ya canónica conversación entre Hoffman y Phoenix).
Brutal Michael Fassbender, Liam Cunningham y Steve McQueen. Larga vida a aquellos artistas que siguen haciendo cine de autor desafiante para despertar conciencias, reflexionar, y olvidando el dinero que podrían conseguir con dicho trabajo.
Bravo por esta joya del cine contemporáneo.