Igual que Kirk DOuglas ha sido (para mi gusto, claro) el mejor Odiseo (Ulises), el mejor Nerón de la historia del cine para mí ha sido Peter Ustinov.
Basada en una excelente novela del polaco Henrich Sienchiewicz (seguro que lo he he escrito malísimamente), narra los amores de un romano y una cristiana en tiempos del emperador incendiario de Roma.
Uno de los personajes principales es el consejero Petronio, conocido como "el árbitro de la elegancia", a mi juicio muy bien interpretado por el actor que lo encarna (¿es Leo Genn?).
Imponente el gigante criado de Deborah.
Una película muy espectacular que me impactó de pequeño, como siempre suelen impactar este típo de películas, claro, y que hoy, vista en la pequeña pantalla, se me hace algo indigerible, como comer un filete de hígado de cerdo con patatas a las tres y media de la mañana.