Sam Hobkinson, con un excelente montaje y una exposición historiográfica de los relatos verídicos de los líderes de las diferentes mafias que gobernaban Nueva York entre los años 60-80, expone una historia tremendamente sorprendente, cautivadora y eficaz en sólo tres episodios.

Este documental parece dar mejor valor y representación histórica a producciones cinematográficas donde la mafia es el epicentro de una historia en concreta, hablamos de grandes clásicos como "El Padrino" (Francis Ford Coppola, 1972), Goodfellas (Martin Scorsese, 1990) o "Los Intocables de Eliot Ness" (Brian DePalma, 1987).

El atrevimiento de estos directores a esclarecer, desde su propia visión del asunto, un esbozo completo y detallista de estos grupos clandestinos cobra mayor significado después de visionar el trabajo de Hobkinson, pues su trabajo documental y la precisión que confiere la expresiva y elocuente dramatización y objetivización de los hechos cobra un sentido más allá de las violentas y sangrientas historias del cine negro contemporáneo.

Uno de los más exquisitos y correctos documentales capaces de adentrarse en los rincones más vetados y misteriosos de la historia norteamericana, compartiendo el testimonio continuado y laborioso de la prevalencia de la justicia, el valor y el patriotismo americano.