Sin dejar de considerar que esta película, en que Charlie Sheen sigue parodiándose a sí mismo como si no hubiese abandonado el rodaje de "Hot Shots", es bastante mala he de reconocer que me divirtió. Hay veces que me pregunto de quién habré heredado tan malos hábitos. Pero ya sea por los genes, por alguna impresión que sufrí de niño o porque simplemente soy estúpido, me hicieron gracia, ciertas caritas que llega a poner el hijo de Martin Sheen y una trama de ciencia ficción que se enjareta bien con mi vieja y amada Serie B, y es la siguiente: imaginen que unos extraterrestres con la intención de invadirnos están provocado un calentamiento global para así de este modo adaptar el planeta a sus necesidades climáticas. Estos seres -como siempre, feísimos al natural- se camuflan, entre nosotros, tomando forma de seres humanos. Pero como la chapuza es un mal universal, a veces repiten el patrón; y el mismo tipo aparece a la vez tanto en Los Ángeles como al sur de Jalisco...

Una cinta ciertamente mediocre pero que, si como yo, es usted más partidario de los cuentos de ciencia ficción más afines a "Alien" que a "E.T.", no dejaría de echarle un vistazo...