En los albores del período Nanbokucho (S. XIV) dos mujeres, madre y esposa de un guerrero ausente por la guerra, deciden sobrevivir al hambre y a la escasez matando a guerreros moribundos. La llegada de un guerrero conocido de la familia pondrá patas arriba el statu quo de las dos mujeres.

Aclamada película de culto dirigida por Kaneto Shindô, considerado uno de los directores independientes más interesantes de Japón.

A lo largo de los 100 años que vivió Shindô no solo consiguió filmar más de 40 películas, sino que escribió el guion sobre otras 200. Su prolífica carrera esta llena de calidad como esta película nos demuestra.

Las temáticas son el erotismo y el terror sobrenatural de espíritus muy en la línea de los cuentos del folklore japonés.

El erotismo sorprende por lo explícito para ser una película del año 1964, parece una película occidental, no es el ritmo pausado y comedido japonés de la época.

En los últimos estadios la historia resurge hacia un cariz sobrenatural con una potente concatenación de imágenes.

Onibaba hace un uso inteligente de los silencios incómodos junto al contraste de una banda sonora estridente y de aire tribal que nos meterá de lleno en una historia claustrofóbica gracias al uso de los juncos y de una brillante fotografía claroscuro de tonalidad misteriosa y asfixiante visualidad.