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Sudan Sudan · Lasinfàn Tasmela
Ok Rick rating:
9
Western Tom Dunson (John Wayne) builds a cattle empire with his adopted son Matthew Garth (Montgomery Clift). Together they begin a massive cattle drive north from Texas to the Missouri railhead. But on the way, new information and Dunson's tyrannical ways cause Matthew to take the herd away from Dunson and head to a new railhead in Kansas. Dunson, swearing vengeance, pursues.
Language of the review:
  • es
February 2, 2009
7 of 7 users found this review helpful
Primero de los cinco westerns del gran Howard Hawks y primera demostración de que en este género también podía ser uno de los mejores. Anteriormente, había rodado la estimable La ciudad sin Ley, no propiamente western aunque ambientada en plena fiebre del oro.

Con el traslado de 9000 cabezas de ganado de Texas a, finalmente, Abilene como fondo argumental, Hawks recupera el espíritu de la tragedia clásica. Dunson (un Wayne con canas que muestra que es mejor actor de lo que normalmente pensamos) acaba casi por enloquecer de furia y se enfrenta a su propio hijo (hijastro) Matt (Clift) que tras haber sido recogido de la nada se opone al hombre que le ha dado todo lo que tiene.

Hawks, magnífico director de actores y actrices, cuenta con un magnífico Wayne. Digno observar como va agriando su carácter a medida que avanza el metraje sinsobreactuar en ningún momento. También sus escenas con Clift: esas miradas, primero de ternura y luego de autoridad e ira. Quizá estas últimas no fueron tan difíciles de plasmar en la pantalla, tanto Wayne como Brennan no llegaban a aceptar de demasiada buena gana las tendencias homo o bisexuales de Monthy. Pero eso encumbra las primeras.

Cuenta, además, con un soberbio Clift en su (sí creánlo) primer papel en la pantalla. A partir de aquí iniciaría su inevitable ascenso cinematográfico, demostrando que fue uno de los mejores actores de aquellos años y de la historia), que en todo momento fue acompañado de su declive físico y mental.

Y, por supuesto, como los grandes directores saben hacer, "dar cancha" a los secundarios: impagable aparición final de Joanne Dru, los Carey, John Ireland y el siempre genial Walter Brennan, otra vez aportando el contrapunto humorístico.

Qué grande era Hawks. Un maestro. Junto a todas esas escenas intimistas entre personajes (la de Dru y Wayne es excelente) podemos observar cómo se realizan escenas de acción. En este caso, además de la del ataque indio a la caravana, las relativas al manejo del ganado: la salida, el cruce del río, la estampida. Esplendorosas. Algún director que muchos años después relataría las andanzas de un capitán de nuestro Siglo de Oro (o Siglos), lo hubiera resuelto, sin el menor rubor, con cinco vacas y dos cow-boys. No, el dinero no lo es todo. Hay que ser grande, y Hawks lo era.
Ok Rick
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