El indiscutible "ABC" del cine de aventuras surgió de ideas originales de la literatura y el cómic de los años 30; y de la mano del mejor Spielberg supo ser también el inicio de otra de las sagas de culto más icónicas de la historia, que ya trasciende de lejos de los límites del celuloide.

Poco que decir sobre una peli que da para tanto, porque prácticamente toda su concepción define rigurosamente los límites del género en la actualidad, y todo hijo de hembra reconoce a Indi en cada reliquia oculta, en cada templo infestado de trampas o en cada persecución de caballería que muestre cualquier otra referencia más actual.

Solo recordar y opinar, levemente, para el joven espectador que no la haya visto aún: recordar que el secreto del éxito de esta cinta radica en su incansable ritmo innovador, su soberbia ambientación y su más que atractiva trama, que (como también lo hará cada secuela de la saga) se centra en una especie de... -llamémosle- Macguffin de la investigación histórica más profunda, más misteriosa... de esa parte de la historia que aún conserva su carácter fantástico, asentado en lo desconocido de la misma; en este caso, la mítica Arca de la Alianza, con sus posteriores homenajes a las Piedras Shivalingam, el Santo Grial y las Calaveras de cristal mayas, respectivamente. Opinar que, aunque no fue del todo pionera en esta idea, "En busca del arca perdida" fue la primera referencia en el cine que trató abierta y acertadamente el tema de la búsqueda de reliquias por parte del ejército nazi; creando con ello, además de todo un topicazo del género actual, un perfecto fiero enemigo de nuestro genial protagonista: un ejército nazi tan tenaz y obstinado, tan cruel y desalmado como el que existió en la realidad, pero con un color cómico en lo errado de su motivación que, más allá de quitarle peso filosófico innecesario aquí, lo ridiculiza en muchas ocasiones, logrando una agradable (aunque nunca pretenciosa) crítica caricaturesca.

Además, Ford firmó aquí la mejor zancada de su carrera (a estas alturas difícilmente superable), dando flamante vida al carismático, sensual y valeroso Doctor Jones; un profesor que todas la chicas quisieron tener en su clase, y un arqueólogo al que todos los chicos quisimos emular.

Lo mejor de esta espectacular producción es el logro máximo del cine de aventuras, que aún no ha igualado ningún otro producto del género: el metraje de "En busca del arca perdida", al igual que los de sus dos siguientes secuelas, no tiene un solo minuto de respiro... no tiene un solo minuto que no se gane un fundado interés de entretenimiento; da igual la manera en que se lo gane, porque, para el intrépido Indiana Jones, ningún medio será lo bastante osado en pos de lograr su ansiado fin: hacer historia.

Como él mismo diría, esta peli... "¡debería estar en un museo!"

IMPRESCINDIBLE.