Y es que eso es. Una verdadera obra maestra. Una serie épica basada en una leyenda como fue el sultán Suleimán, quien gobernó el Imperio Otomano desde 1520 hasta su muerte en 1566. Por lo que trata de una historia REAL, no como la gran mayoría de las series actuales que son pura ficción. Acá hay un reparto excelente de actores, todos están brillantes, una ambientación de época sobresaliente, un guión fabuloso. La historia es emociomnante por donde se la mire, desde las discusiones y peleas en el Harem, las guerras del imperio Otomano contra sus enemigos, hasta por supuesto el incondicional y único amor del sultán Suleimán con Hurrem.
A mi no me gustan las series de hoy, no me gusta el cine actual, pero esta serie me dejó perplejo. Y hay varios motivos para que así sea. Pensar que tiene 6 años y en mi país la dan este año por primera vez. Mas vale tarde que nunca. Y agradezco por tener el placer de ser televidente de esta genialidad turca, de esta maravilla histórica.
No pasa un día en que deje de verla. Y cuando me pierdo un capítulo por fuerza mayor, lo veo enseguida antes de que comienze el siguiente.
Una joya esta serie. Se la recomiendo a todo aquel que piense que todo está perdido en cuanto a calidad televisiva. Porque al igual que yo, verá que no es así. Hay una luz de esperanza en cuanto a que todavía se pueden hacer cosas maravillosas. No abundan por supuesto, pero se valoran más cuando aparecen.