Excelente ejercicio cinematográfico que se permite el lujo de proponer una arriesgada fórmula narrativa y que consigue el éxito de público y de crítica pero también el artístico gracias a la combinación de un magnífico guión, una dirección sobresaliente y una interpretación admirable.
Se convierte en película de culto, auténtica obra de referencia, porque en ella se dan la mano con toda solvencia una banda sonora magistral, una primorosa selección de piezas musicales en el contexto de una fotografía y de una ambientación que poseen autoridad propia.
La pantalla se vuelve costumbrista, expresiva, extrovertida y cruda pero también entrañable, familiar y coloreada con un carácter histórico en el que cada lance cobra sentido propio
Es como si todo el film estuviera recorrido en su interior por una fibra vibrante y vitalista.