El episodio se presenta en clave de propuesta virtual como una metáfora cuyo alcance se manifiesta con claridad en los primeros minutos de emisión y el resto del metraje se dedica a ordenar, a perfilar, a estilizar y a matizar la idea.
C. Brooker parte de un planteamiento válido y lúcido que desarrolla con precisión cartesiana, con habilidad cinematográfica y con la confianza de quien sigue la pista porque cree en ella.

Pero esta metáfora, desde su originalidad formal, no deja de ser un lugar común y un referente manido.
La forma supera al fondo.