Parece que a día de hoy cualquier tipejo con un fajo de dólares puede hacer cine. O creerse que hace cine. Lo que la bruja de Blair despertó y que ya era tán antiguo como el mismo cine, a modo de falso documental, nos está regalando las peores pelis de la historia a base de creatividades nulas, interpretaciones burdas y repeticiones-copias a tutiplén.
El bueno de Stokes se rodea de los/las aspirantes a chico/a calendario guarruno 2011 y se los lleva a un motel en Las Vegas, bueno, puede ser en cualquier sitio, porque el presupuesto sólo daba para unas cuantas montañas de exteriores. Pues eso, el grupito de buenorros y buenorras en un buga del quince pinchan dos ruedas en mitad de la nada y llegan a un motel que parece sacado del Soho, regentado, cómo no, por otro buenorro, una guarruna-camarera y un mecánico de esos de resoplar a su paso. Todo muy normal. Y muy creíble.
A partir de ahí la imaginación del director, la imaginería del último cine del género y obras mayores a lo Hostel, Habitación sin salida o Saw, hacen el resto. Pero en plan patatón. Vergonzoso.
Lo mejor: El susodicho mecánico, un buenorro de toma pan y moja.
Lo peor: Va a llegar un momento en el que la sensación de dejá vú sea tal que pasemos de este tipo de "películas".
Eso sí, si se quieren poner las botas viendo guaperas salidos de Ibiza con apellidos como Lovato, Quintrall y nombres como Dustin, Braxton etc, ésta es sin duda su peli.