Antes de entrar al cine ya me estaba imaginando lo que iba a ver: “Muchacho sencillo y humilde que tras una serie de sucesos se convierte en un héroe, en parte gracias a un dragón (en éste caso dragona) que se convierte en su compañero de fatigas, y que, finalmente y tras una serie de intentos fallidos de sorprender al espectador…"...

El film no ofrece nada nuevo y es una mezcla de las películas como 'El señor de los anillos' o 'Dragonheart', eso si, 'Eragon' no tiene ni la espectacularidad, ni la garra, ni la historia de la trilogía de Peter Jackon, y por supuesto su protagonista (un tal Edward Speelers) no le llega ni a la suela de los zapatos a Elijah Wood, porque realmente le falta carísma y entidad, algo que Elijah Wood tiene de sobra. Uno no se termina de creer que Eragon pase de ser un simple granjero a un heróico mago de la noche a la mañana y para colmo, el clímax final se desarrolla de una forma muy previsible y sosa.
Por otro lado, la relación Dragón-Humano es más que rutinaria y previsible y en muchos momentos inspirada en 'Dragonheart' pero sin tener la gracia ni la simpatía de la película de Rob Cohen.

En definitiva: Esta es una película que ya hemos visto cien veces anteriormente, y no es para nada aburrida… pero si somos muy exigentes le sacaremos defectos cada 5 minutos. Los efectos digitales están muy logrados, hay algo de humor y los malos están bien caracterizados, pero… el resto de la película no merece los 5 euros de la entrada que pagué en su momento.

-Lo mejor: Jeremy Irons y los efectos visuales (especialmente los del vuelo del dragón). Que a pesar de todo, es entretenida.

-Lo peor: Edward Speleers. La poca originalidad de la película que es rutinaria. El final previsible. El dragón femenino no impone como debería...

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