Con ‘2 Fast 2 Furious’ (antes conocida como 'A todo gas 2') estuvimos ante una película altamente disfrutable. Es cierto que no fue ninguna Obra Maestra y que estuvo repleta de flipaduras y personajes altamente flipados, pero también es cierto que ofreció un alto grado de disfrute, tanto si eres amante del tunning como sino.

John Singleton no pretendió otra cosa con este film que ofrecer al espectador una divertida, entretenida y espectacular cinta de carreras de coches y realmente este objetivo lo consiguió al cien por cien. Una buena “película de evasión” para disfrutar de un buen rato olvidándonos por unos momentos de la dura realidad diaria. A veces, con esto es más que suficiente. Además, Singleton rindió cierto homenaje a los grandes clásicos del spaghetti-western de Sergio Leone con esos planos de los ojos de los conductores que revelan la tensión, el miedo, el disfrute… a la hora de enfrentarse en una carrera ilegal. En cierto modo, vinimos a recordar de esta forma aquellos míticos planos de los ojos de los pistoleros de Leone antes de enfrentar un duelo a muerte.

Singleton también rodó con gran maestría las escenas de carreras ilegales, tal es así que muchas veces nos sentiremos como si fuéramos el propio conductor o al menos estuviéramos sentados en el asiento del co-piloto (esas secuencias en las que se pulsa el nitro…). Y, para rematar, la película, por descontado que tuvo espectaculares secuencias de carreras ilegales: como la del comienzo del film, o aquella en la que Brian O´Conner engaña a la policía de Miami con un plan que implica mogollón de coches recorriendo las calles al mismo tiempo perseguidos por toda la pasma de Miami. Una pasada.

En el terreno interpretativo cabe decir que Paul Walker consiguió asumir todo o casi todo el protagonismo en esta secuela de forma totalmente natural, pero el gran descubrimiento de este film fue la presentación por todo lo alto de la espectacular Eva Mendes.

En definitiva: ‘A todo gas 2’ es una cinta de carreras ilegales espectacular y flipante realizada principalmente para los flipadillos del tema del tunning y de las carreras ilegales. Ahora bien, también tiene la virtud de que puede ser disfrutada por todos aquellos espectadores que sólo queramos pasar un espectacular rato de flipación y evasión viendo espectaculares coches circular a velocidad de vértigo.

-Lo mejor: Las cachondas frases que suelta Roman Pearce. Las secuencias de las carreras ilegales. La genial dupla que formaron Paul Walker y Tyrese Gibson. La irrupción de Eva Mendes.

-Lo peor: Le falta la seriedad y el "drama" de la primera parte.

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