Se tiene que estar bien despierto para entender la película, de entrada no sé que hacen ahí ninguno de ellos, tampoco ayudan los diálogos que me recordaron un poco a los de las películas de Tarantino, pero sin ser tan socarrones, aunque alguna vez consiguió que sonriera por lo menos.

Se supone que todo lo que pasa en el tren está relacionado, pero cuando llega la explicación hacia el final ya me daba igual, y no lo asimilé todo.

Como no está muy claro quien es quién, había para una película con más intriga, sobre todo desarrollándose toda en un tren, pero se va todo en peleas y tiros.

Vuelven a coincidir en esta película los protagonistas de "La ciudad perdida", pero son los personajes que hacen Aaron Taylor y Joey King los que consiguen que resulte medianamente curiosa, diría incluso que por encima de Bratd Pitt.