Una secuela bien elaborada y exquisita podría decirse que es [•REC]² . No flojea por ningún lado ni es peor que la primera entrega. Jaume Balagueró y Paco Plaza siguen en su línea mostrándonos la misma sensación claustrofóbica y de miedo e incertidumbre al espectador, haciendo a su vez algo nuevo que nada tiene que ver con una película de zombies. Si en [•REC] se nos enseño el envoltorio, aquí se nos muestra el caramelo y sus distintos sabores.

[•REC]² empezará pasados unos minutos después de lo último sucedido en la primera parte. Aquí veremos cómo un grupo de GEI (Grupo Especial de Intervención) y un agente de sanidad llamado Owen (Jonathan Mellor) entran en un el edificio mediante una gran tubería de plástico conectado al portal debido a las altas medidas de seguridad que existen para acceder al edificio, que se encuentra totalmente precintado.

Un creíble y contundente reparto encabezado por Jonathan Mellor encarnando al Dr. Owen que irá en todo momento acompañado por el equipo del GEI a los que ocultara información para intentar conseguir una muestra de sangre de una niña enferma que aparecía en la primera película. Pablo Rosso repite en esta entrega encarnando a Rosso, el cámara del equipo del GEI. Como en la primera entrega, seguiremos su función que seguirá sin variar, ya que grabará todo lo que vea a través de su cámara. Manuela Velasco protagoniza de nuevo a Ángela Vidal, quien esta vez queda en un segundo plano apareciendo en el último tramo de la película en el que cobrará vital protagonismo. Pau Poch será quien dé vida a Tito, uno de los tres adolescentes que entrarán en el edificio con la idea de pasar una aventura entretenida sin saber lo que les espera dentro.

La ambientación sigue al mismo nivel que el que se nos mostró en [•REC], es decir, el espectador podrá repetir las sensaciones de pavor al ver los rellanos y las desiertas zonas comunes de cada piso. Gran trabajo de efectos especiales para la ocasión, mejorados y más aterradores que los ofrecidos en la primera entrega y que el espectador podrá contemplarlos con más claridad.

En definitiva, Jaume Balagueró y Paco Plaza han sabido hacer una secuela que iguala el nivel de la primera con un material totalmente distinto y que al finalizar puede recordar a la película Hidden: Lo oculto. No se engañen si creen que van a ver algo semejante a 28 días después o Resident Evil porque se llevarán una sorpresa.