Western extraordinario, nada convencional, con un desarrrollo impecable, un paisaje árido-montañoso muy convincente y un plantel de actores para descubrirse ante ellos. Véase por ejemplo a Fredric March haciendo de Dr Favor, un funcionario de cuello blanco, responsable de una reserva india a la que le roba no con dinero sino con tinta y papel; a Richard Boone en un imponente papel de un tal Grimes, tipo abusador y cuatrero; a un Martin Balsam en el papel de Mendez un mexicano trabajador y hombre de conciencia; a David Canary, estupendo secundario, en una de sus geniales interpretaciones de provocador al que le cierran la boca con un culatazo; a Peter Lazer, acá en el papel de Billy Lee, un joven que se casó con una muchacha muy atractiva y deseosa de diversión, la cual se aburre en ese lugar perdido en el Oeste y sin distraciones donde la ha traído su esposo tras casarse con ella; etc.

Los diálogos son de enorme enjundia filosófica, ética y altura intelectual, tanto que pocas veces se han visto en el género western intercambios de palabras con un nivel tan solvente de raciocinio. Por ejemplo, hay una escena en la cual Jessie (la actriz Diane Cilento) le pide al sheriff Frank Braden (el excelente actor Cameron Mitchell) que se case con ella, a lo que éste le contesta NO con una argumentación que es singular y magnífica en la historia del cine: «Llevo trabajando desde que tenía 10 años, limpiando escupideras a 10 centavos diarios. Han pasado 30 años y sólo veo por la ventana un camino que no lleva a ninguna parte. Y lo único que anima el paisaje es un perro que levanta la pata en aquella pared. Los sábados por la noche encierro a los borrachos, esos malditos borrachos que me vomitan en la camisa la cena y el alcohol que llevan en sus estómagos. Tengo en la pierna 2 kilos de hierro y eso me convierte en víctima fácil de cualquier vaquero con una copa de más. No Jessie, no necesito una esposa, sino DESAPARECER.»

¿Cuándo se ha visto en la Hª del cine que alguien le "dé calabazas" a quien le propone matrimonio, con unas palabras tan honestas y una empatía tan decente, capaces de revelarle el verdadero ser a la mujer querida antes que amargarle su devenir uniéndose a ella?

La película sólo tiene una fallo: en la parte final el argumento transcurre en una mina abandonada, la cual ya apareció antes, muchos kilómetros atrás, cuando todos los protagonistas iban montados en diligencia y pararon allí a descansar; no se comprende que si tal lugar quedó atrás en el recorrido de la historia, aparezca de nuevo cuando lo que se insinúa es que están llegando y tienen muy próximo el pueblo a donde se dirigen, el director vuelve al mismo escenario y nos coloca otra vez a los personajes en el anterior lugar. Obviamente, no somos ciegos y cualquiera se percata que es la misma mina abandonada con la misma escalera inclinada e idéntico exterior, usada como dos lugares distintos aunque a todas luces se nota que son el mismísimo y repetido sitio.

Fej Delvahe