Admito que “Hotel Chevalier” son 13 minutos de buen cine, pero se trata de un “corto” que no puede entenderse ni criticarse si no es como complemento de “Viaje a Darjeeling”, al que sirve de prólogo. Tampoco "Viaje a Darjeeling" puede disfrutarse igual si antes no se ha visto "Hotel Chevalier". Le pongo un 6 como le podía haber puesto un 0, o un 10, porque no la considero una obra calificable por sí misma. Hay un estilo propio, caracterizado por la calidez, la evocación, la sutileza, la cadencia narrativa y los diálogos lacónicos pero profundos. El reencuentro de una pareja en la habitación de un hotel lujoso pero frío no tiene nada que ver con el dislate de los tres hermanos buscando a su madre por la India. Puro contraste, que constituye una de las principales bazas en la obra de Anderson. Sí hay un nexo de unión en la sensación de absurdo que se transmite. En suma, un buen "corto", pero que no puede apreciarse en lo que verdaderamente vale si se le desvincula del "largo" para el que fue concebido. De lo contrario, no deja de ser un mero ejercicio de estilo.