Rodada íntegramente en las Islas Canarias con ayuda del ejército Español y coproducida por nuestro país con algunos actores españoles como Diego Boneta o Nathalie Poza. Ya que los paisajes y una naturaleza única de las Islas contribuye a darle el aspecto que la película requería.

La idea no es nada mala, los recursos de la tierra se acaban por una superpoblación gigantesca y para preservar la especie hay que intentar mejorar genéticamente a un ser humano para enviarlo a Titán, un satélite de Júpiter similar a la tierra pero imposible habitarlo por las bajas temperaturas y por una atmósfera diferente. Para ello eligen a varias personas para "cambiarlos" y que puedan vivir en esas condiciones.

Protagoniza Sam Worthington un habitual en las Canarias ya que rodó anteriormente Furia de Titanes e Ira de Titanes,  enfrascado ahora en el rodaje de las nuevas de Avatar de Cameron y al que pudimos ver hace poco en la maravillosa serie Manhunt: Unabomber. Como actriz femenina tenemos a la simpática protagonista de "Orange is the New Black" Taylor Schilling y al gran Tom Wilkinson.

Unos ingredientes buenos para una película realmente mala, un sinsentido continuo con diálogos absurdos, un ritmo lento  sin interés y un final que te dan ganas de cortarte las venas. Una gran pérdida de tiempo y otro fracaso de largometraje de Netflix como es habitual.
Destino Arrakis.com