Terminé de ver la última temporada de Servant y, sin ningún tipo de complejos, puedo decir que es una de las mejores producciones televisivas que he visto en los últimos tiempos. Una historia muy bien construida, que se toma su tiempo para desarrollarse y que, una vez en su clímax dramático, no decepciona y no deja de ser un deleite. No soy seguidor de M. Night Shyamalan, lo confieso. No obstante, sus últimas producciones, específicamente Knock at the Cabin y Servant, me han dejado maravillado. Ambas, aunque modestas, brillan gracias a sus dramas poderosos y a la excelente interpretación de sus actores.

Desde el principio Servant plantea un argumento algo simple y hasta extraño: Una pareja adinerada contrata a una niñera para que esta se encargue de cuidar a su bebé recién nacido; este bebé, cabe destacar, es un muñeco al que su madre trata como si fuese real. Lo primero que pensé al encontrarme frente a dicha premisa fue: ¿Cómo algo tan básico puede sostenerse durante cuatro temporadas? Sin embargo, a medida que avanza, la trama va cogiendo formas realmente sorprendentes que te mantienen enganchado y alerta, incluso cuando ya puedes predecir el final. Se demuestra acá que los argumentos más sencillos pueden llegar a ser los más cautivadores.

Me atrevo a decir que el 90% de las escenas de esta serie ocurren dentro de la vivienda de la pareja protagonista, como si se tratase de una obra teatral. Y es que no se necesita nada más. El ambiente claustrofóbico, muy al estilo de Rosemary’s Baby (en un momento de la historia muy similar al de Misery), está muy bien logrado. Las actuaciones son magníficas. Tanto Toby Kebbell, Lauren Ambrose, Nell Tiger Free y Rupert Grint están a la altura. Destacan, por cierto, los roles femeninos. Los personajes de Dorothy y Leanne alcanzan unos niveles tan perturbadores de complejidad y de enmarañamiento psicológico que te impiden juzgarlos de buenas a primeras. Puede que ambas estén equivocadas, puede que estén actuando de forma diabólica; a pesar de ello, no dejan de preocuparte y de generarte empatía.