Si Proyas fuese cualquier otro director, aún tendríamos explosiones en la retina. Pero como a este director no le van, porque no le van, las pavadas entonces tenemos en su lugar una historia que...cojea, sí, hay que admitirlo, y sin embargo le agradezco que haya privilegiado eso por sobre los efectos especiales.

Con varios millones, podría haberse dado el lujo de crear otra peli de catástrofes al uso, pero decidió meter una de profecías al estilo Nostradamus y generar a partir de allí las catástrofes. La peli se divide en un nudo argumental que marea con sus sub historias y que posee tres ejes bien definidos, que es cuando se desata la maratón de FX: lugares específicos que representan un antes y un después en el argumento. El problema es que la historia no se termina de decidir en cuanto a su base conceptual, o se pavonea con el determinismo y juega con las leyes del destino, o bien deriva en un thriller "alienígeno" que no calza muy feliz dentro de la historia (spoiler). No calza porque al margen de que posea su justificativo, rompe con el concepto de-resolver-pistas sobre el cual se movía.

Interesante por su planteo, pero sin lograr unir bien las piezas que maneja, Señales queda como una mezcla de ejercicio de estilo con peli manida que aún puede resaltar por sobre la media.