Lo reconozco: no pude terminar la película. Aun así, sin necesidad de ver el final, me creo capacitado para valorarla y criticarla. Realmente es un "Made in Uwe Boll" en toda regla, una película que puede pasar desapercibida en un festival de cortometrajes hechos por menores de edad, y ni siquiera así llevarse el primer premio.

El argumento es ridículo, el film carece de ritmo y los efectos especiales hablan por sí solos... Los fragmentos del videojuego intercalados en la acción ayudan especialmente a la “calidad” de la película.

¿Lo bueno? Que el nombre del director espanta a la mayoría de los espectadores, ahorrándoles sufrimiento innecesario.

¿Lo malo? Todo lo demás.

Pero a pesar de esto, Uwe Boll es tristemente necesario. Gracias a él, el resto de películas sobre videojuegos (como Resident Evil o Silent Hill) parecen buenas adaptaciones. Por ello, te pedimos, sigue con tu racha de fracasos, a poder ser, sin adquirir licencias demasiado jugosas.

No se puede disfrutar del buen cine sin haber probado su lado oscuro...