Esta fue su carta de presentación, su primer largometraje y para ello E.L. Katz ha escogido a uno de los géneros más complejos de llevar a la gran pantalla. La comedia negra es uno de los pocos géneros a los que los directores dedican poco tiempo, ya que no suelen salir muy rentables en taquilla y es compleja su ejecución.

En este caso, Juegos sucios, tiene un arranque flojo que poco a poco va cogiendo ritmo hasta llegar al clímax final que es donde saca su verdadero potencial, pero para ello cuenta con muchos recursos, los cuales van siendo usados de forma progresiva, y esto da dando lugar a una historia, que es capaz de mezclar la repugnancia y la carcajada. La historia va dejando algunos flecos sueltos, algunas irregularidades funcionales, incoherencias y alguna que otra pregunta sin respuesta, pero esto se va compensando, según la historia se enrevesa, a cada momento la historia se vuelve más negra, hasta llegar al punto de creer estar viendo un film de los Coen , ya que las salidas de todo, las situaciones y las formas son están mas bien sacadas de un director veterano que de uno Novel.

Su actores por su parte, logran meternos en su juego sucio, logran que de vez en cuando apartemos la mirada , que cerremos los ojos, llegan a ser como una extremidad de si mismos, cada uno con sus peculiaridades y rarezas que nos enganchan a medida que pasan los minutos; los cuales siendo una película relativamente corta se pasan de una forma bastante rápida, señal que el entretenimiento ofrecido es más que suficiente para lograr el aprobado alto.

Como conclusión podemos decir que esta perversión a manos de E.L. Katz es más de óptima para recomendar, ofrece horror y humor a partes iguales, muy recomendable para los amantes del este tipo de género y para quienes quieran empezar a descubrirlo.

Lo mejor: Su diseño
Lo peor: Una moraleja poco deseable.
Recomendada: Si

@cineypunto

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