Existen decisiones tan dolorosas que cualquier intento de comprenderlas resultaría vacuo. Son decisiones para las cuales no estamos preparados y que, siempre y en todos los casos, confrontarán nuestros principios y nuestra noción del mundo. Son precisamente estas decisiones las que enfrenta Sophie Zawistowski, la protagonista de esta memorable película, dirigida por Alan J. Pakula y protagonizada de manera sobresaliente por Meryl Streep.

El filme, como bien lo señalan algunas de las críticas, trae a colación un tema recurrente dentro de la cinematografía contemporánea: la segunda guerra mundial, algo que en apariencia podría reducir el atractivo de esta película. Pero lo que hace distinta a “La decisión de Sophie” es que, lejos de contarnos historias de supervivencia, narra con sutileza y elegancia la forma en que los recuerdos pueden llegar a dominar una vida, manejarla a su antojo y finalmente, destruirla lentamente. Es una película sobre la resonancia del pasado en nuestro presente y futuro. No es un filme optimista. Aquí no veremos esperanzadoras escenas de redención y triunfo. Tan sólo seremos testigos de la lucha interna de una mujer atormentada por el dolor, la impotencia y la rabia.

La interpretación de Streep fue seleccionada por la revista Premiere como la tercera mejor actuación de la historia, sólo superada por Peter O´Toole (Lawrence of Arabia) y Marlon Brando (On the Waterfront) y fue merecedora de un Oscar y un Globo de Oro como mejor actriz, reconocimientos bastante merecidos, teniendo en cuenta lo difícil de este papel y la forma magistral en que Streep conduce el personaje hasta sus últimas consecuencias. Es una pena que esta película esté tan infravalorada y que aún no haya tenido la difusión que se merece. Recomendada para todos aquellos que consideran que de la segunda guerra mundial aún pueden surgir buenas historias. Mi nombre es Nelson, muchas gracias por haber leído mi crítica