Se suele afirmar que las comparaciones son odiosas. No obstante, tendemos por costumbre a comparar de todo, como quien no quiere la cosa, opción que dentro del gueto en el que solemos recluir a las cintas de animación nos resulta más que tentadora por cuanto este medio revela a simple vista tanto un aspecto como un tono muy particular y característico, y que parece reducir las posibilidades de este cine a no ser más que parte de sí mismo, tomando dicha particularidad como síntoma de exclusividad y negando las posibilidades de que "una de animación" pueda ser considerada de la misma manera que los trabajos de realizadores como Fincher, Rodríguez y compañía, si exceptuamos a una Pixar que no obstante siempre se encuentra presente a la hora de juzgar cualquier pieza animada comercial de larga duración a pesar de que esta característica, en resumen, debiera ser considerada como una herramienta narrativa y no un género.

Personalidad es precisamente lo que no le falta a 'Ga'Hoole', notable cinta de animación que pronto olvida su condición "animada" para erigirse como una considerable propuesta cinematográfica para ejercer de distracción con fundamento y convicción, un extraño cóctel formal a mitad de camino entre las aptitudes del píxel y el cine en vivo, y que encuentra en la simpleza de su apuesta visceral y épica una particulariedad que delimita perfectamente su identidad. Que el medio afecta al mensaje es un hecho innegable, pero no más que la historia de este relato fantástico interpretado por búhos que, algo así como un cruce light entre 'ESDLA', '300', 'Cómo entrenar a tu dragón' y 'Número 9' en forma de teletipo, hubiera desbocado en toda una odisea abismal de haber intentado insuflarle vida a través de aves de carne y hueso.

'Ga'Hoole' es como un huevo Kinder: nos entra por los ojos y se deja paladear con sumo gusto en nuestra boca, pero el relleno y en teoría principal atractivo del mismo nos acaba trayendo al fresco. Y es que 'Ga'Hoole' adolece de una trama escasa de sorpresas y presentada con cierta premura; en otras palabras, y a pesar de las apariencias, se trata de una cinta simple en planteamiento, desarrollo y resolución. Viene a ser como si resumiéramos la trilogía de 'ESDLA' en tan sólo una película de dos horas, sin tantos rodeos, tonterías y falsos finales para reducir su argumento a poco más que un bosquejo de lo que no dejan de ser tres películas de gente caminando hacia un volcán. A 'Ga'hoole' también podríamos tildarla de predecible, al menos hasta ese punto que debiera hacernos replantear que todas las historias acaban siendo predecibles pues, al fin y al cabo, sabemos que al final todo se resolverá en un enfrentamiento directo entre el bien y el mal. Pero su posible previsibilidad y simpleza no ha de verse como un impedimento para el desarrollo consistente de su fundamento argumental, así como para la efectividad de su propuesta narrativa apta para todos los públicos a pesar de algún que otro apunte un tanto turbio.