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Jorge Igl Chaves rating:
6
Animation. Sci-Fi. Drama On a far-off planet, a Kingdom tries to launch the planet's first manned spacecraft. This ten year old project not only faces funding and technical problem, but also is subject to political conspiracy and the neighboring Republic's aggression. It's all up to Shilo, the first spaceman to be, his friends and their faith to make the space program a success.
Language of the review:
  • es
March 24, 2014
5 of 10 users found this review helpful
No seré yo el abuelo que de la brasa contando el típico tocho. Este clásico me llamó la atención por su estética steampunk y su vistosa banda sonora electro, future jazz, y tal. Su producción cayó en manos de Bandai Visual, compañía famosa por comercializar el Tamagotchi, dar vida a la saga DB, a los Power Rangers, etc.

Es cierto que el film hace alarde de un impecable estilo visual, pero su ritmo dramático saltarín lo mata. Múltiples momentos incitan al aburrimiento; incluso puedes pegar un par de cabezadas que no pierdes el hilo.
Bastante culpa de ello tiene Shito, un personaje con menos vida que el aeropuerto de Castellón. Para colmo, cuando quiere "despertar" se convierte en un acosador enfermizo. Me impactó, y mucho (modo ironía: on), esa secuencia donde "intenta" violar a su compañera de hogar; pobre "desgraciao".

Y todo ese cuento de la Fé en un nuevo Dios ¿a qué cojones viene? ¿sufrieron los guionistas de esguinces de muñeca? o ¿acaso pretendían forjar una nueva secta?! Definitivamente, al guión le falta fuerza.

Sin embargo no es Dios todo lo que reluce.

Los españoles sabemos de Ryūichi Sakamoto sobre todo por haber sido el director de la música de los Juegos Olímpicos de Barcelona' 92. Royal Space Force cuenta con piezas maestras adelantadas a su época; "Fade" y "Muda" imprescindibles. Sólo por ese japo vale la pena ver la peli.
Jorge Igl Chaves
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