Rudy Ray Moore (Eddie Murphy) fue un exitoso comediante, regular músico y pésimo productor de cine de entre los años sesenta y setenta, creó un personaje llamado Dolemite, donde explotaba el humor sexual, la prostitución y la obscenidad. Tuvo un marcado interés por explorar el cine, así que de forma cutre se impuso a toda costa la realización de un largometraje.

Este filme aborda la época donde Rudy buscaba incursionar en este arte, como reúne a sus compañeros de trabajo, como filmaron y distribuyeron la película Dolemite (1975) de D'Urville Martin, que se convertiría en una exponente del Blaxploitation, en boga en aquella época, con muchísimas dificultades, la obra reboza de amateurismo, pésimas interpretaciones y una historia absurda.

De hecho, bien podría decirse que la película en su momento alcanzó un grado de culto, a pesar de lo pésima que resultó ser, la población afro se sintió atraída al reconocer un esfuerzo, el personaje de Rudy prácticamente pasó a convertirse en un símbolo, además, las incoherencias narrativas y lo ridícula que es le sumo puntos, convirtiéndose en una comedia que es más divertida de lo que pretende ser.

La película fue dirigida por Craig Brewer, que no ha tenido mayor relevancia previamente como realizador, además fue escrita por Scott Alexander y Larry Karaszewski, exitosa dupla que realizaron guiones como Ed Wood (1994) y Big Eyes (2014), ambas dirigidas por Tim Burton, o bien, The People vs. Larry Flynt (1996) y Man on the Moon (1999) ambas dirigidas por Milos Forman.

Dolemite Is My Name divierte y es entretenida, lo más valioso es mostrar la lucha del protagonista frente a todo por llevar a cabo su sueño, la parte del cine dentro del cine es una joya siendo os momentos más logrados del largometraje.