Había ganas de ver esta nueva adaptación de un videojuego a la gran pantalla. Esta vez le tocaba el turno a Mortal Kombat, una competición entre el mundo de la Tierra y el mundo Exterior. Casi toda la película está formada de momentos de acción repletos de combates, los cuáles, por cierto, son de los más sanguinarios y explícitos que ves en mucho tiempo (como curiosidad: en mi opinión, se han pasado con los sonidos de los puñetazos, a veces te sacan de escena).

El guión es, como era esperable, simple pero dinámico, no hace falta mucho más para formar una pequeña historia que nos lleve de lucha en lucha contra los diversos villanos. Siempre hay gente que se queja de estas cosas, pero si vas a ver este obra, sabes perfectamente a lo que vas. Disfruta la puesta en escena, las coreografías, la acción y déjate llevar un poco. Sin más.

Por cierto, ¿sabéis el típico personaje graciosillo que últimamente hay en todas las películas? Pues en esta para mí es de los más logrados, sacándo al público más de una sonrisa con las múltiples burlas que hace hacia el resto de personajes dentro de un carácter mezquino que obtendrá su merecido.

Para terminar, el principio. Me ha encantado el inicio de la película. 10 minutos de acción intensa ambientada en la Japón del siglo XVII, en donde no sabes muy bien qué está pasando, pero que luego será la base para el resto de la película. Por todo ello, recomiendo ir a verla.