Click here to copy URL
Spain Spain · Pamplona
Fernando86 rating:
9
7.6
1,700
Documentary The House is Black is an acclaimed Iranian documentary medium-legth film directed by Forugh Farrokhzad. The film is a look at life and suffering in a leper colony and focuses on the human condition and the beauty of creation. It is spliced with Farrokhzad's narration of quotes from the Old Testament, the Koran and her own poetry. It was the only film she directed before her death in 1967. During the shooting she became attached to a ... [+]
Language of the review:
  • es
December 16, 2010
26 of 26 users found this review helpful
Cuando se ve el magnífico documental de Farrokhzad es inevitable pensar en Freaks o en Elephant Man. En ambas películas la cámara, aunque simpática y detallista, no puede evitar (o incluso ése es su objetivo) dibujar a los protagonistas como un "otro". Y en ambas la fealdad, lo distinto, se rebela y en la rebelión alcanza su condición humana. Pero ambas comparten esa idea: sólo a través de la lucha el freak se reivindica como ser humano (aunque sea arrastrándose sobre el barro bajo un carro o tirado y humillado en el suelo de un baño).

Sin embargo, en "La casa es negra" los "observados" no necesitan esa lucha. Tal vez sea porque el género documental no tiene la naturaleza agonística de una película con una trama lineal, pero lo cierto es que la mirada de Farrokhzad consigue con una naturalidad estremecedora borrar la barrera de los "otros". Al contrario, casi es la belleza la que por momentos se rebela y pugna por aparecer, atraida por una cámara fascinante, en encuadres siempre inteligentes, en el punto justo de imperfección.

Y por ello, aunque la casa es negra, hay muchos más colores. Al comienzo la autora reivindica con sutileza, voz sobre negro, acción humana para humanos, rompiendo el fatalismo divino que marca casi inevitablemente todo acercamiento a una enfermedad como la lepra. Hay una llamada, pero la lírica la aleja de la dura simpleza de la arenga (la comparación con Las Hurdes es elocuente). Es alucinante cómo el documental lleva al espectador a través de un magistral montaje que cambia los ritmos con la facilidad de un encantamiento: el vértigo estático de la escena de la pared (lunes...martes...miércoles...enero), la lluvia de imágenes febriles, la paz de las escenas del agua, de nuevo el vértigo del juego a la pelota, y esa escena perfecta del hombre regresando a la casa (negra) en el ocaso, plon, como cada tarde, plon, hasta que un día sea la última, plon. Directo pero sutil, nunca evidente (todos esperamos algo terrible cuando la cámara rodea a la niña a la que están peinando), con lo difícil que es mirar a esta realidad sin caer en el morbo, la exageración, el pesimismo fatídico o la compasión paternal.

Una joya de una dureza extrema, pero a la vez un extraño (por infrecuente) poema vitalista y humano; realista y militante, pero a la vez lírico y esperanzado.
Fernando86
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow