Película de aventuras y suspense dirigida por Stephen Hopkins basada en un hecho real que tuvo lugar en África en 1896, todo empieza con la llegada al continente del ingeniero John Patterson (Val Kilmer) con la intención de acelerar la construcción de estructuras ferroviarias, las obras van bién hasta que aparecen dos leones que atemorizan y asesinan a varios trabajadores paralizando el proyecto. Patterson se dispondrá a dar caza inmediatamente a estos animales acompañado por el legendario cazador Charles Remington (Micahel Douglas), corriendo el riesgo los dos de acabar convertidos al final en las presas y no en los cazadores.
Filmada con un estilo clásico y elegante la película consigue captar la atención del espectador y mantener la tensión en todo momento sin bajar el ritmo, además de contar con una buenas interpretaciones de su pareja protagonista (Kilmer y Douglas) y unos excelentes secundarios, pudiendo disfrutar también de los hermosos parajes africanos en los que transcurre la historia.
En resumen, sin ser un clásico es una buena película de aventuras injustamente olvidada.