Lo único rescatable de esta película, que de seguro se llevará algunos Oscars, es la actuación de Keaton y de Norton en un duo actoral memorable. Después, lo demás no se sabe que es, si la película es onirica, o si el protagonista se ha vuelto loco con ese personaje que le dio el estrellato años atrás. Todo mostrado dentro del mundillo del teatro con sus dimes y diretes, sus idas y vueltas. Casi se diría que es la historia del propio Keaton que después de encarnar las dos primeras Batman de Tim Burton desapareció del mapa y no se lo vio con fuerza sino hasta ahora. Le doy un cinco sólo por la actuación de Keaton, el resto es olvidable.