Dividida en ocho capítulos dedicados a siete personajes y al silbo gomero, una forma de comunicación a base de silbidos que ha sobrevivido hasta la actualidad, la cinta para empezar es un canto a las bellezas naturales de esta isla canaria.
También un buen ejemplo del nuevo cine negro que, por cierto, parte de un planteamiento bien clásico. Un policía corrupto, Cristi (Ivanov), y la amante del preso mafioso que conoce el escondite del dinero, Gilda (bien significativa referencia, Marlon).
Pretenciosa estructura del guion que mete en compartimentos estanco la trama para mostrarlos en un orden que perfectamente podía ser al azar, barajándolos.
En cualquier caso, al espectador le quedan demasiados cabos sueltos para seguir adecuadamente la trama.
Correcta realización que mantiene en todo momento un buen ritmo y una notable intriga, acentuada esta por la propia dificultad de entender la historia. Los personajes, sus silencios, no terminan de perfilarse del todo, se podía haber sacado más partido de algunos secundarios como la comisaria de policía, la madre de Cristi o el enigmático hotelero.
Buenas interpretaciones, especialmente los protagonistas citados, sin que desmerezcan los demás.
Curiosas citas cinematográficas a Ford o Hitchcock y magnífica banda sonora que incluye ópera, vals y el bolero "Qué bonita es la venganza".
Interesante policiaco que recomendamos, siquiera sea por conocer algo más de la lejana isla canaria y del nuevo cine rumano.