Pocas veces he salido de un cine tan defraudado por haber asistido a la proyección de una película. Creo que el director, que tanto critica la falta de apoyos gubernamentales e institucionales a la hora de haber conseguido financiación para llevar a cabo su película, tendría que haberse pensado mucho mejor que actores escoger, como guiarlos en sus interpretaciones, tendría que haber asistido a clases de montaje y sobretodo debería de haber visto mucho más cine para no caer en errores técnicos en cuanto a planos, la mayoría muy mal colocados y poco afortunados, así como esas transiciones entre escena y escena que resultan tan brutas. Del guión, ya mejor ni hablamos, porque me parece bastante, bastante malo, donde ni un sólo diálogo es salvable, y donde la voz en off desde luego te anticipa una hecatombe cinematográfica.

Pocos 1 he tenido el placer (por decir algo) de dar, y tristemente se la otorgo a esta película de un director que tiene ganas, pero que bajo mi punto de vista, tiene muchas limitaciones, y no todas de carácter económico.

Por último lamentar que Eduardo Blanco, al que le tengo o tenía mucho respeto porque siempre me ha parecido un actor muy notable, se viera involucrado en semejante pantomima.

Ni se les ocurra verla si tienen otra cosa que hacer, pues siempre será mejor que gastar el tiempo con esta malograda película.