Está claro que la violencia vende. Desde la sobreexplotada saga Saw no han dejado de aparecer películas de este estilo: Un grupo de personas desconocidas entre sí, con algún lazo de unión, soportando torturas del malo-malísimo y con un giro de tuerca final. Giro que suele ser bastante predecible (en esta película, desgraciadamente también lo es).

Sin embargo hacía tiempo que no encontraba una película de calidad en este terreno. Si, le he puesto un 5, porque la verdad es que la historia aunque engancha, no es muy original. Sin embargo la película entretiene, los actores se desenvuelven bien, tiene sus momentos de intriga y mucho gore.

Estaré pendiente de los próximos trabajos de Daniel Krige porque promete traernos películas muy interesantes.