Esta nueva miniserie de tan solo dos episodios centrada en la etapa más crítica de la pandemia del Covid me ha gustado mucho, y es que con su forma sencilla pero a la vez eficaz de mostrar varias historias que se van conectando entre sí consigue tocarte la fibra sensible, no un vez vez, sino varias veces.
Con un buen reparto de personajes, cada uno con sus propias historias, problemas y situaciones familiares la serie nos muestra la vivencia del día a día de esas personas en pleno mes de marzo de 2020.
Muy destacable el personaje de Paco León, gran protagonista de esta miniserie y aunque a veces resulte demasiado almibarado, al final de eso se trata. El mismo personaje de Paco León es un fan absoluto de las comedias románticas y eso me lo tomo como una propia metáfora de esta serie. No es la serie que queremos ver, es la serie que necesitamos ver. Ya que para ver desgracias ya está el mundo real.
En definitiva, una serie que se ve en un par de horas y a pesar de contar historias tristes, hacerte llorar en varios momentos, también te hace sentir bien y te hace reír, dejándote con un buen sabor de boca y con la sensación de que no has visto una obra de arte, pero que a merecido mucho la pena verla.