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Crochets rating:
7
6.8
23,760
Drama
A laid-off defense worker, kept from seeing his child on her birthday by a restraining order, looks at the landscape of moral decay in Los Angeles on one hot, congested day and, after being mugged, snaps. What follows is his bitter and pathetic mission of justice, vengeance and vindication that reads uncomfortably like too many news stories. Michael Douglas is identified only by his character's license plate, D-FENS, in this attack on ... [+]
Language of the review:
- es
June 27, 2010
12 of 14 users found this review helpful
¿Quién no ha tenido ganas alguna vez de partirle la cara al dependiente de la hamburguesería, o al taxista, o de mandar a tomar por culo a su pareja? Pues es lo que le pasa al pobre Bill, que le caen de todos los colores y con una falta de decisión que hace que la película sea, a ratos, increíblemente divertida, la lía pardísima.
Mira que Michael Douglas no me gusta demasiado (yo soy más del padre), pero creo que lo clava. Me han dado ganas de verla en versión original (deberíamos hacerlo siempre, ¿verdad?), porque la expresividad de sus gestos y su lenguaje corporal y todo concuerda con el personaje, que está perdido casi toda la película.
Robert Duvall es una gozada verlo actuar, y su alter ego Prendergast me parece el antagonista perfecto, puesto que su situación personal es complementaria a la de Bill. Está igual de puteado e incluso con más ganas de mandar todo a la mierda. Esto, unido a la excelente grabación (la mosca de la primera escena, el calor...), transmiten una atmósfera de estrés de lo más solidaria con los protagonistas.
La mujer de Prendergast y la madre de Bill están también muy logradas, aunque son de lo más tópicas.
En general es bastante entretenida, en muchas escenas me he partido la caja y salvo el final (ver spoiler) el argumento se hila con agilidad. Vedla, va.
Mira que Michael Douglas no me gusta demasiado (yo soy más del padre), pero creo que lo clava. Me han dado ganas de verla en versión original (deberíamos hacerlo siempre, ¿verdad?), porque la expresividad de sus gestos y su lenguaje corporal y todo concuerda con el personaje, que está perdido casi toda la película.
Robert Duvall es una gozada verlo actuar, y su alter ego Prendergast me parece el antagonista perfecto, puesto que su situación personal es complementaria a la de Bill. Está igual de puteado e incluso con más ganas de mandar todo a la mierda. Esto, unido a la excelente grabación (la mosca de la primera escena, el calor...), transmiten una atmósfera de estrés de lo más solidaria con los protagonistas.
La mujer de Prendergast y la madre de Bill están también muy logradas, aunque son de lo más tópicas.
En general es bastante entretenida, en muchas escenas me he partido la caja y salvo el final (ver spoiler) el argumento se hila con agilidad. Vedla, va.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Pero el final lo caga un poco. El rollo "sólo quiero que todo vuelva a ser como antes, Ellos Me Mintieron, El Sistema Me Ha Traicionado" es muy cutre. Y el trabajo de Foster es otra cosa innecesaria. Casi habría preferido que trabajase para cualquier gabinete de cosas insípidas. Me parece, en fin, que tenía más jugo el hombre al que se le va de las manos, cada vez más a lo bestia y cada vez más divertida, la situación, que que se ponga un objetivo y la cosa se vuelva melodramática ("Esto tiene que acabar, Bill, snif", "Cuánto has crecido, me lo he perdido, sñof, me lo han quitado").
No, hombre. Lo interesante es que un currito la pinte tan gorda que acabe como Bruce Willis en el Nakatomi Plaza porque tiene un día de mierda. Y por eso el personaje de Duvall lo complementa tan bien, porque el problema que tienen es un estrés de cojones, no una mierda de culebrón de divorciados y de cintas de vídeo de Cuando Todo Nos Iba Bien Y Compramos El Perro.
No, hombre. Lo interesante es que un currito la pinte tan gorda que acabe como Bruce Willis en el Nakatomi Plaza porque tiene un día de mierda. Y por eso el personaje de Duvall lo complementa tan bien, porque el problema que tienen es un estrés de cojones, no una mierda de culebrón de divorciados y de cintas de vídeo de Cuando Todo Nos Iba Bien Y Compramos El Perro.