La sinopsis ya está clara para quien haya visionado ésta excelente pieza, para quien no, queda recomendada si de verdad se puede decir que le gusta el cine.
Le doy un "10" por varios motivos:
El duelo interpretativo es francamente memorable.
Trata un tema peliagudo con intimismo, naturalidad, realidad, sin frivolidades ni clichés típicos en otras obras de semejante carácter. Un buen guión, directo, real y humilde.
El filme se hace muy interesante y agradable de ver, muy ameno para el amargo tema del que trata y transcurre armoniosamente y de forma desenvuelta y natural.
El final me dejó en silencio durante unos segundos, dado que durante todo el filme se llega a dudar de la forma en que concluirá, precipitándose en el último instante de una manera rápida y directa hacia un pequeño "shock", que es lo que pone la pausa necesaria justo en ese momento en el que piensas lo que has visto y escuchado durante hora y media.
Es tan amena, íntima y familiar que llegas a sentirte ahí, en ese salón donde madre e hija combaten dialéctica y pacíficamente un asunto de carácter tan radical, tabú aún en nuestra sociedad, formando parte de su intimidad.
Y por último, por ser tan original, sencilla y humilde, que destaca de otros dramas por el estilo. Es una película que debió hacerse cómo y cuando se hizo, sin más.