"¡Ni se te ocurra ir allí a pisotear a nadie! Yo no me conformo con dar pisotones... ¡¡¡YO LOS APLASTO!!!"
Ante semejante declaración de intenciones no hay espacio para la duda ante cuál es la razón que motiva a James Braddock a agarrar el petate (cada vez mucho más bondiano y menos "rambero") y volver a la selva nada más enterarse de que tiene un hijo perdido por ahí... y de paso armando un pifostio de rescate colectivo que dejaría en bragas una redada contra la organización Infancia Libre.
Lo de seguir echando mano de los flashbacks que nos ponen en antecedentes sobre los escarceos románticos de Chuck, más de 12 años atrás en plena guerra, ya le pillan talludito (aunque a él probablemente se la repampimpla) y tal vez hubiesen cuadrado esta vez con su hijo interpretándole con unos años menos (no sería la primera ocasión).
El actor y cantante Aki Aleong ejerce de malo y se entretiene con sus jueguecitos de tortura dignos precedentes de la saga 'Saw'.
'Braddock: Desaparecido en Combate 3' se postula como la primera de una irregular asociación con más penas que glorias (que algunas hubo) del hermanísimo Aaron -que llevaba más años coordinando peleas de su hermano- despidiéndose juntos de la franquicia que lo bautizaría en la Cannon.
Más de lo mismo visto, sobre todo, en la segunda que en realidad era la primera porque al final se estrenó antes y.... en fin, que eso ya nos lo sabemos, ¿no?
Los Hermanos Norris colocaban, como tocaba, su guinda personal a la pachanga bélica con ese duelo de helicópteros de rigor tras pegarse una gran aventura/odisea/huída a lo 'Mad Max 3' escapando del encierro vietnamita.
God Bless America!!!