Porque no es lo mismo el sopor apocalíptico que un apocalipsis soporífero. El primera caso es mucho más negativo, mucho más despectivo y es por desgracia el caso que nos ocupa hoy. Una especie de apocalipsis "realista", donde la temperatura a nivel global se ha incrementado hasta el punto que salir a tomar el sol puede significar la muerte.

Recuerda mucho al videojuego I Am Alive, pero por desgracia no es una película tan divertida como puede ser cualquier juego. Es una de esas películas apocalípticas donde leer la sinopsis ya te aporta todo lo bueno de ella. Únicamente la idea es lo que puede llegar a engatusarte, porque la ejecución es demasiado aburrida.

La típica trama de hasta dónde llega la maldad del ser humano en episodios de necesidad extrema. Por desgracia, Fehlbaum ni siquiera consigue transmitir esa sensación de agobio y malestar que hemos visto en otras películas (me viene a la mente por poner un ejemplo The Divide de Xavier Gens). Para colmo, por si habías sobrevivido a toda la cinta, el final es de esos en los que te sientes estafado.