Movido por el interés que me suscitaba una comedia de este tipo dentro de la filmografía de Peter Bogdanovich (un cineasta caracterizado más bien por el denominado cine de autor), me decidí a gozar de esta película como si me hallase entre bastidores o detrás de una bambalina, en uno de mis bolos como tramoyista.
Y la verdad es que no pude parar de reír, apenas carcajeaba tras un chiste ya me hallaba retorciéndome de risa por el siguiente, que velocidad humorística e intelectual, una verdadera obra de teatro, como ya no recordaba, y como no había visto en el cine nunca.
Me reitero en el hecho de que un buen actor ha de estar curtido en la interpretación teatral (supuestos licenciados en arte dramático), y por ello los grandes actores suelen trabajar también en Broadway, y no como otros, que más que actores son modelos estéticos con el cerebro de un mosquito (nos basta con recordar a Zac Efron o Megan Fox).
Esta película es una fabulosa y entretenidísima historia sobre una obra de teatro, que acaba siendo una obra de teatro dentro de la misma, que deja traslucir la calidad interpretativa de Christopher Reeve (demostrando ser mucho más que superman), John Ritter (más conocido por la sitcom "Tres son multitud") o Nicollette Sheridan (una de nuestras "Mujeres desesperadas"), gratas sorpresas, sin olvidar a tres grandes clásicos como Michael Caine, Carol Burnett y Denholm Elliott.
En definitiva, una película muy recomendable para no dejar de reír, pasar una encantadora hora y media de metraje, y ayudarnos a apreciar la magia de una obra de teatro.