Puntuación: 7,5

*Personajes secundarios imprescindibles

La Virgen de Agosto es una ventana a la vida de Eva durante el mes de agosto. La protagonista se encuentra en una especie de letargo, como una niña que está esperando a que empiece el colegio en septiembre. La película concede un tiempo determinado al espectador para que acompañe a Eva durante su crisis existencial. Sin embargo, no trata de mostrar las intimidades y motivaciones de la protagonista, simplemente utiliza las conversaciones entre los personajes para que poco a poco el espectador construya su vida anterior al mes de agosto.

Como en la novela El principito de Antoine de Saint-Exupéry, Eva entabla amistad con las personas que,por casualidad,se cruzan en su camino y de alguna forma se ayudan mutuamente.

Aunque lo personajes secundarios puedan parecer en ocasiones poco realistas, las situaciones y diálogos son perfectamente creíbles y muy cotidianos, eso es sin duda uno de los principales encantos de la película.

*Madrid es el mejor escenario

La Virgen de agosto muestra la ciudad de Madrid en verano. Aunque pueda parecer que la capital se encuentra vacía en agosto, la película descubre sus verbenas y tradiciones de barrio llenas de gente y de vida. Eva recuerda vagamente al personaje de Amélie Poulain (Amélie, 2001), por esa inocencia y sinceridad genuina. Esta vez se muestran rincones únicos de Madrid en vez de París, la protagonista hace de esas localizaciones el lugar perfecto para encontrarse con otras personas y aprender de ellas.

*La importancia del color rojo

En La Virgen de Agosto predominan los colores cálidos en el vestuario de los personajes. Sobre todo, en la protagonista, dónde impera el rojo. El color rojo representa la valentía, la fuerza de voluntad, la sexualidad y la feminidad. La elección del rojo no es una cuestión de azar, Eva sufre una crisis existencial y necesita de todas esas cualidades para ser justamente La Virgen de Agosto.

La continuidad del color embellece la fotografía y le da personalidad. Además, es una llamada de atención para que en cada fotograma no se pierda de vista a Eva.

*Conclusión

La Virgen de Agosto deja un poso. Deja esas extrañas ganas que tiene la protagonista por vivir y su capacidad de sentir felicidad por las cosas y los gestos más pequeños.

Es una película lenta, pensada para contemplar con paciencia pero que sin duda está hecha con mucho mimo, sobre todo como a modo de homenaje a la ciudad de Madrid y sus costumbres más populares. Pero también como tributo a la gente, a sus dilemas y estancamientos más cotidianos.

Escrito por Marina López