Primero salgamos de lo inevitable y es la gran comparación entre la película E.T. y Super 8. Ya que hay que estar claro, que Super 8 es como una E.T. moderna, pero aun así, se siente fresca y ya por ahí empezamos bien.

Esta película vuelve a una excelente y antigua fórmula de ciencia ficción usada mucho en el siglo pasado. Esta abandonada fórmula brinda a la película de una gran fuerza que entretiene al público y a la vez conmemora y exalta al mundo cinematográfico.

Para caer en lo más específico, Super 8 nos brinda una historia de ciencia ficción, no solo bien contada, sino también emocionante que divierte y sorprende al espectador en cada momento. Además hay que destacar ese pequeño misterio, que la película desarrolla de una forma precisa y que permite al espectador interesarse lo suficiente en él, sin llevarlo a lo aburrido ni a lo predecible.

Por último destacaré la conmovedora escena final, la cual simplemente nos deja una sensación de agrado a todos.

Una muy bonita película de ciencia ficción, que rememora el cine del siglo pasado.