Fragmentos.

"Adiós, señor Cheyne.
Seguro que cuando Harvey vuelva
este otoño...
...será un niño
del que todos estaremos orgullosos.
Bien, buena suerte."

"- Jamás había oído esa canción.
- Yo tampoco. La he inventado.
No puedes escribir canciones.
No las escribo. Las encuentro en mi boca.
No puede ser muy buena
cuando te la inventas así.
Ésas son las mejores canciones.
Cuando te sientes bien por dentro,
sale como el viento tropical.
Oh, hermosa dama mía
Las canciones se aprenden.
No están en el interior de la gente.
A veces tengo una canción tan grande
y dulce adentro que no la puedo sacar.
Entonces miro a las estrellas y lloro.
Es una linda sensación."

"Es decir, no hizo mucho por ti.
Es decir, no te dejó nada en herencia.
¿Que no me dejó...?
Me dejó este organillo,
el cual heredó de su abuelo.
Me enseñó a pescar, a navegar.
Me dio brazos, manos, pies;
me hizo sentir bien por fuera...
...y me enseñó a sentirme bien
por dentro.
Mi padre hizo todo eso.
A pesar de tener 17 hijos más.
¿Qué más debería hacer un padre?"

"Pero que se ahogara en el mar,
solo y de noche...
¿Qué tiene eso de malo?
Es una buena forma de morir.
El Salvador lo llevó
al cielo de los pescadores...
...junto a sus viejos amigos.
Se lo llevó rápido. Rápido.
Igual que yo saco un pez de 16 kilos.
El Salvador vio a mi padre en el agua,
cansado y mojado.
Así que iluminó la boya del puerto
y dijo...
"Sube, viejo Manuel...
...me alegra mucho que vengas aquí
a ayudarnos a pescar"."

"Supongo que recibo lo que me merezco.
Como usted decidió fijar su rumbo
un poco tarde...
...quizá Manuel lo navegó por usted.
Pero eso no significa
que no pueda seguirlo.
Sigue siendo el padre del chico.
Un chico nunca es demasiado viejo
para necesitar a su padre.
Sólo tiene que tenderle una cuerda.
Algún día la tomará y tirará de ella
hasta meterlo en su corazón."